Pensar con claridad, profundidad y productividad es una de nuestras habilidades más valiosas para la vida. Pero, la investigación muestra que se está convirtiendo en uno de los más amenazados.
Como era de esperar, ha habido una disminución en la capacidad de las personas para pensar de manera profunda y reflexiva en los últimos años. Un estudio, que se centró en los trabajadores Millennial y Gen Z en los EE. UU., el Reino Unido, Alemania y Japón, encontró que muchas personas reportaron agotamiento y lucha para llegar a fin de mes. Por lo tanto, han pasado más tiempo pensando en sus desafíos inmediatos, en lugar de los tipos de pensamiento más profundos y significativos que podrían conducir a mejores resultados.
Una preocupación en el informe (publicado por la compañía de computadoras Lenovo) es que los cambios que los jóvenes tuvieron que hacer para lidiar con las presiones de 2020 no son temporales. En cambio, muchos jóvenes parecen encontrarse atrapados en una mentalidad de pensamiento práctico o de supervivencia que puede afectar negativamente su capacidad para funcionar personal y profesionalmente con el tiempo.
¿Cómo puedes mejorar tus habilidades de pensamiento crítico? Aquí hay algunas estrategias que pueden ayudar:
1. Evite la trampa de la urgencia:
Si tiende a precipitarse en la toma de decisiones cuando está bajo la presión de demasiadas demandas, puede desarrollar la autoconciencia de su hábito contraproducente y aprender a hacer una pausa o tomar un descanso antes de apresurarse.
2. Participe en el pensamiento reflexivo:
Tómese el tiempo para reflexionar sobre sus propios pensamientos, experiencias y prejuicios. El pensamiento reflexivo lo ayuda a adquirir conciencia de sí mismo, considerar diferentes perspectivas y evaluar su propio razonamiento.
3. Practique la escucha activa y la comunicación efectiva:
Participe en la escucha activa para comprender los puntos de vista y las perspectivas de los demás. Practique expresar sus pensamientos de manera clara, constructiva y lógica, fomentando discusiones y debates productivos.
4. Resuelva problemas sistemáticamente:
Divida los problemas complejos en componentes más pequeños, identifique los problemas subyacentes y considere múltiples soluciones. Practique técnicas de resolución de problemas, como lluvia de ideas, evaluación de alternativas y anticipación de posibles consecuencias.
5. Adopte la curiosidad y el aprendizaje permanente:
Cultive una mentalidad de interés y sed de conocimiento. Esté abierto a nuevas ideas, busque diversas perspectivas y amplíe continuamente su comprensión a través de la lectura, la investigación y el aprendizaje de los demás.
6. Participe en ejercicios de pensamiento crítico:
Resuelva acertijos, acertijos o problemas lógicos que desafíen sus habilidades de razonamiento. Participe en debates, analice estudios de casos o participe en talleres o cursos de pensamiento crítico para mejorar sus habilidades.
7. Practica la autocompasión:
Pensar profundamente no es fácil en un mundo de distracciones. Desarrolle una práctica regular de meditación o ejercicio para controlar el estrés. Recuerde que el pensamiento profundo requiere nutrirse y tomarse el tiempo para reducir la velocidad.