x
La mayor de las obras sociales
Informativo

Informe sobre la Libertad de Pensamiento

Informe sobre la Libertad de Pensamiento
Henry Rodriguez
  • Publishedfebrero 9, 2025

Las leyes de “blasfemia” siguen ejerciendo una presión significativa sobre la libertad de expresión y de creencias en numerosos países. El Informe sobre la Libertad de Pensamiento 2024, publicado por Humanists International, ofrece un panorama preocupante sobre la persecución que sufren personas ateas, humanistas y no religiosas, además de religiones minoritarias. A continuación, presentamos un resumen de sus principales hallazgos y reflexiones de cara a la defensa de la libertad de religión o creencia.


1. Un panorama global alarmante

Según el informe, al menos 89 países mantienen leyes explícitas o tácitas contra la blasfemia o contra “herir sentimientos religiosos”. Estas legislaciones abarcan al 57% de la población mundial y, si bien se aplican de maneras distintas y con sanciones variables, el efecto general es el mismo: censurar el diálogo y reprimir la crítica.

Entre los ejemplos analizados se incluyen 38 países cuyos casos se actualizaron en la edición 2024. Se documentan situaciones en lugares tan dispares como Afganistán, Italia, Nigeria y Qatar, donde los marcos legales continúan restringiendo la libertad de expresión y alimentando las denuncias por “blasfemia”.

“Allí donde se aplican leyes contra la blasfemia, nadie, sea cual sea su religión o creencia, es inmune a la persecución.”
—Andrew Copson, presidente de Humanists International


2. El impacto en la comunidad no religiosa

Las leyes de “blasfemia” tienen un efecto indiscriminado, ya que pueden afectar a individuos de cualquier religión o creencia. Sin embargo, los no religiosos afrontan un desafío único: la mera afirmación de no creer en un dios o poder sobrenatural puede ser considerada una afrenta religiosa.

Este riesgo se traduce en miedo, autocensura y ostracismo. Según el informe de Humanists International, uno de los motivos principales por los que las personas ateas y humanistas suelen ocultar sus creencias es el temor a ser acusadas de “blasfemia”, con las graves consecuencias —legales o extrajudiciales— que ello conlleva.


3. Testimonios de quienes alzan la voz

El informe también recoge testimonios de personas que han experimentado las acusaciones de “insultar creencias religiosas”. Un ejemplo destacado es el de la cineasta y poeta india Leena Manimekalai, quien enfrentó duras críticas y amenazas por su obra.

“Puede que esto parezca una historia de trauma, pero yo la veo como la historia de un triunfo… El arte puede ser muchas cosas para muchas personas. Para mí, el arte es resistencia.”
—Leena Manimekalai, cineasta y poeta india


4. ¿Se han derogado estas leyes en alguna parte?

A pesar de los esfuerzos de organizaciones como Humanists International, solo 10 países han derogado sus leyes de “blasfemia” obsoletas en los últimos años. Sin embargo, como señala el informe, esta victoria no está asegurada: incluso en naciones donde estas normas se habían eliminado (por ejemplo, Dinamarca), pueden reintroducirse de forma encubierta o como respuesta a presiones sociales y políticas.

Además, el reciente debate en la ONU evidencia que el consenso sobre cómo abordar la “blasfemia” es frágil. Aunque el Secretario General de la ONU reafirmó la incompatibilidad de las leyes de “blasfemia” con el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos (PIDCP), este posicionamiento puede verse amenazado por intereses políticos y religiosos en constante negociación.


5. Conclusión y llamado a la acción

El Informe sobre la Libertad de Pensamiento 2024 pone de relieve la necesidad de unir esfuerzos a nivel internacional para derogar las leyes que penalizan o reprimen la libre crítica de la religión. Cualquier legislación que castigue la supuesta “blasfemia” contradice los principios de libertad de expresión y de libertad de pensamiento, conciencia y religión.

Para la comunidad no religiosa —ateos, humanistas, agnósticos—, este entorno legal y social supone retos constantes. Pero también podemos encontrar inspiración en quienes alzan la voz y resisten la censura. En la medida en que las organizaciones, individuos y gobiernos solidarios trabajen juntos, será posible defender un espacio de debate abierto, donde las ideas puedan cuestionarse sin temor a represalias legales o sociales.

Es fundamental que los activistas, las comunidades de libre pensamiento y los defensores de derechos humanos continúen exigiendo a los gobiernos que se alineen con los estándares internacionales en materia de derechos humanos y libertad de expresión.


Fuentes y referencias


Nota final

La lucha por la derogación de las leyes de “blasfemia” no es simplemente un asunto de libertad de expresión, sino de derechos humanos fundamentales. En un mundo cada vez más globalizado, garantizar que nadie sea perseguido por sus opiniones o creencias (o falta de ellas) es un paso esencial hacia sociedades más justas e inclusivas.

Recursos

Henry Rodriguez
Written By
Henry Rodriguez